El después fue para mí particularmente trágico y doloroso, lleno
de incertidumbre.
Tuve la extraña certeza
de que JAMÁS volvería a viajar, que nunca podría volver a caminar…
Más allá de lo físico
en concreto, trataba de encontrar el sentido a tanta desgracia, sentía que algo
no estaba haciendo bien para que esto nos pasara. Así estuve unos días, hasta
hace 5, que decidí salir, terminar con
este estado y volver a aprender a caminar, ir al super con Tinchi, buscar a
Tato al cole, volver a soñar con hermosos viajes que haremos los 4.
Ya pasó.
2 comentarios:
Ay! Chicaaas! No sabía nada, uffff, hace un montón que no las visitaba, tb estoy a full con otras cosas, pero para mi uds son un ejemplo...Me alegra que todo haya pasado ya, que te sirva para recomenzar, para mirar las cosas desde otra perspectiva...que bueno que la familia siguió tirando unida, y que al final, aunque a veces joda mucho, no hay mal que por bien no venga. Un abrazo gigante!
Lau: gracias por tu comentario, te extrañábamos!!!
Un besote
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