miércoles, 10 de diciembre de 2008

La bruja no es tan mala y está en casa

Triana hace unos días que tuvo que viajar, para continuar con algo para cumplir un sueño de los cuatro. Aún es bastante complicado arreglarse con ambos niños, pero no es imposible.
Esta mañana, mientras le daba la leche al mayor y el pequeño se desperezaba por la luz que entraba por la ventana, Tato me dice:

- Má, ayer soñé con una bruja, que los chicos teníamos que luchar y ganarle.
- ¿Y qué pasó?
- Le ganamos… Ayer no te pude “decir algo” porque me quedé dormido.

(Aclaración: “decir algo” es una frase utilizada en complicidad con Triana, utilizada cada noche para ir a jugar a la lucha en la cama grande.)

- Sí, traté de despertarte pero no pude.
- ¿Creés que la bruja de mis sueños eras vos?
- ¿A vos que te parece?
- Que sí.
- Ah, bueno…


Brujas, monstruos y oscuridades conviven con nosotros sin darnos cuenta, formando la contracara de la realidad llena de luz.

martes, 2 de diciembre de 2008

Avisos varios!




  • Tinchi cortó los dos dientitos de abajo.

  • Tato termina su jardín para aventurarse en la primaria.

  • Con Triana estamos por cumplir 10 años de estar juntas.

¡Cómo pasa el tiempo!

sábado, 22 de noviembre de 2008

El 11/11 Tato nos unió en matrimonio.



Tato me preguntó un día si me ponía triste que por ser mujer las dos no nos podíamos casar con Triana, y no llegaba a entender la relación que tenía eso con el amor…


- Mami, si ustedes se quieren, las tienen que dejar casarse…- No podemos hijo, porque la ley no lo permite.

Días más tarde, compré dos anillos de oro y plata y al llegar Tato del cole, se los mostré.


- Mami, los voy a poner aquí arriba de un almohadón y cuando venga Triana, tengo un plan.
- ¿Qué plan?
- Ah…. sorpresa.


Triana llega desmayada de calor y Tato la convoca a reunirse en el living conmigo…


- Mamás mías… hoy se casan, ¿estarán juntas toda la vida?- dijo mientras traía las alianzas.
- Triana, dale el anillo a mami…
- Roma, te amo con todo mi corazón y prometo estar con vos siempre- dijo Triana mientras me besuqueaba y se reía nerviosa.
- Mami, ahora vos… ponele el anillo…
- Triana, prometo cuidarte, amarte, más, toda la vida.
- ¡¡Ahora se tienen que dar un beso en la boca!!!
Nos besamos…
- Ya está, ¡casadas para toda la vida!- mientras nos abrazaba a las dos con fuerza.