jueves, 25 de julio de 2013

Los niños crecen, Tato crece y se vuelve púber…


     Pensamientos de un mal día... Exacto momento de la vida donde intento recordar aquello que de adolescente trataba de no escuchar del discurso de mi mamá... para utilizarlo y no con mi hijo mayor que hoy me hace sentir que no estamos haciendo bien las cosas como madres.
     Tiene casi once pero les aseguro que ya casi dejó de ser niño, o al menos está practicando esas cosas que hacemos los adultos para  alejarnos de los otros: miradas de reojo, de furia, envidia, descontento, premeditación, angustia, desconsuelo, tozudez, desparpajo, confrontación...
     Tiene casi once, lo sentí crecer en mi  panza, lo tratamos con amor, lo deseamos, lo dejamos dormir en nuestra cama hasta que se le ocurrió, le dimos mucho de lo que quiso, le prohibimos mucho de lo que quiso... Pero no alcanzó.
Puedo convencerme, intelectualizar y decir que son intentos de crecer, de despegar, de formar su carácter... Pero hoy no me alcanza.
     Tiene casi once y la fuerza de generarnos un dolor en el centro del pecho como si fuera una piña, de apuñalar dos corazones de mamá al punto de llenarnos de congoja y provocar un estallido de lágrimas.
     Tienes casi once, es sano, pero sordo para escuchar nuestras enseñanzas, ciego para ver nuestros esfuerzos para hacerlo feliz, mudo para pedir perdón, cuadriplejico para dar un abrazo...
     Tiene casi once y no pensé que era tan difícil hacer de él un futuro hombre de bien... 
     Tardé once años casi en darme cuenta que los hijos no son aquello que uno sueña, que uno los entrega libres a la  vida y llega un punto donde realmente depende sólo de ellos el camino que elijan.

/Extraño los veranos donde solo jugaba en la playa y mi mamá ponía la lona sobre la arena. / hijo.

/Yo también te extraño… Por suerte ya cumplió 11 y todo está mas calmo...




11 y 5




11 y 5... toda una vida juntos...

viernes, 29 de marzo de 2013

Proyecto 2013: Calafate- El Chaltén


     Días: 9 (aunque quizás estaría menos en El Calafate y más en el Chaltén)
     Transporte: avión. (Nos hubiera gustado ir por la Ruta 40, pero eran demasiados kilómetros, para los días con los que contábamos.)
     Hospedaje: Sólo reservamos el hostel AONIKENK (info@hostalaonikenk.com.ar) por internet, económico, habitaciones privadas, con baño compartido, super recomendable.
     Compañeros de viaje: con las entrañables amigas hermanas y nuestro sobri del corazón.


1-Calafate: tour por la ciudad y Museo del Hielo
     Llegamos a la mañana, luego de un vuelo adecuado por Aerolineas, con un final maravilloso desde el aire con lagos turquesas, absolutamente redondos (que luego nos dijeron que eran producto de impactos de meteorito en la era de la prehistoria)y luego los grandiosos lagos.
     Con mucho día por delante pero con esa especie de cansancio  de vuelo, comenzamos a hacer un paneo por la ciudad, caminando a la vera del Lago Argentino, pasamos por la bahía donde en invierno se hace la pista más grande natural de patinaje sobre hielo, varios restaurantes y entramos a pedido de los niños a uno que nos arrancaron la cabeza!!!!
     Fuimos a la tarde al Museo del Hielo, Glaciarium. Cuenta la evolución del planeta, distintos estados del hielo… es algo caro, pero a los chicos especialmente les fascina.
     Imperdible el bar de hielo, se debe abonar 90 pesos argentinos aparte, pero tenés canilla libre de bebidas en un lugar muy frío, con vasos de hielo y todo tipo de licores.
     No dejen de probar el Licor de Calafate, fruto típico de allí, de un color morado. Dicen los lugareños que quien prueba se queda a vivir allí o vuelve…

2-Calafate: Laguna de Ninez y Punta Walichu
      Quisimos en este día no estar regidos por los relojes y averiguamos un lugar cercano para visitar.
     Los lugareños nos sugirieron la Laguna de Ninez, una caminata de 2 horas, de baja dificultad, donde rodeando la laguna se observan muchas de las  especies de pájaros del sur. Además se puede apreciar pasando una puerta, la hermosura y calma del lago argentino. Es un lugar maravilloso.
     A la tarde contratamos una excursión a Punta Walichu, que queda  cerca pero no se puede acceder caminando, donde anunciaron que veríamos pinturas rupestres… sólo diré que no vale la pena…


3- El imponente Glaciar Perito Moreno
     Nos levantamos temprano y tomamos un micro que nos llevó al Parque Nacional Los Glaciares. Si sos argentino sale 40 pesos la entrada, si sos extranjero el doble.
     Nos embarcamos en un barco pequeño, donde apretujados comenzamos a buscar las primeras imágenes del imponente dios del hielo.
    Luego fuimos hacia las pasarelas, a medida que nos acercábamos, se escuchaban en todos los idiomas un “Ohhh” y al detenernos frente a las pasarelas, nos quedamos con esa sensación que deben haber tenido, los humanos ante las primeras vistas del fuego… El lugar más sorprendente hasta ahora visto.  

4- Ríos de hielo
     Nos levantamos muy temprano y nos vinieron a buscar para hacer una excursión de navegación por 7 horas, recorriendo entre glaciares un río helado, paisajes maravillosos y muchas fotografías. (valor aproximado 150 dólares valor oficial) Es cierto que las baterías duran menos pro el frío… llevar repuesto!
     Nos sugirieron llevar abrigo, pero si el día está soleado, solo con una camiseta térmica y una campera impermeable, más que suficiente. Eso si… llevar gorra, protector solar, y algo para almorzar porque los costos del barco son muy elevados.
     Desde el comienzo la vista es de ensueño: hielos azulados navegando, pendiendo de las montañas, formando esculturas naturales inimaginables.

5- Minitreking por el glaciar y balcón del Calafate
     Hoy nos bifurcamos, el pequeño y yo fuimos a una excursión en aerosilla, ojo si se sufre de vértigo… donde encontramos más de lo que esperábamos, formaciones geológicas extrañas (sombreros mexicanos) de 85 millones de años de antiguedad, restos fósiles, vegetación típica de montaña, liebres, halcones. Hermosas vistas del Lago Argentino, Cordillera de los Andes, cerros Fitz Roy y Torre de El Chalten. La excursión tiene un valor de 70 dólares aproximadamente y dura 4 horas, con merienda o almuerzo en el lugar.
     Otros partieron al minitreking sobre el glaciar, excursión que se puede realizar a partir de los 10 años, con dificultad media y una experiencia que al día siguiente luego de descansar, pudieron relatar como inolvidable.

6- Bosque Petrificado Las Leonas y llegada al Chaltén
     Alquilamos un auto desde el Calafate a 650 pesos argentinos  por día para viajar al Chaltén. Es un viaje de aproximadamente 3 horas yendo tranquilos, pero antes nos habían dicho que no podíamos perdernos el bosque petrificado.
     Llegamos al parador La leona, antiguamente era un hotel en el medio de la Patagonia, donde recibían viajeros  pasaban la noche. En la actualidad es donde se realiza la previa para el bosque, se abona la entrada  (220 pesos argentinos) que no se puede ingresar sin guía, ya que es privatizado (como mucho de los lugares de la provincia de Santa Cruz), puede ser peligroso y se puede aprovechar muy poco.
     Entramos con una guía muy animado, la caminata duró 2 horas y media, es importante llevar gorro, protector solar y repelente para unas abejas algo molestas.
     A pesar de la corta edad del pequeño, 4 años y medio, pudo tolerar la caminata. Encontramos fósiles, árboles petrificados, caminos similares a la luna.
     A la tardecita llegamos al Chaltén, conseguimos lugar en unas cabañas, donde por 540 pesos argentinos la cabaña, logramos ubicarnos todos.
     Lo poco que vimos ese día nos impactó: un lugar rodeado de montañas, un viento que nos volaba, un lugar 100 por ciento dedicado al turismo, es la Capital del trekking. Nos conectó con esa parte nuestra de ser saludables, aventureros y libres… espero que nos dure…
7- Laguna del Desierto y ascenso al glaciar Huemul
     A eso de las 9 nos levantamos y subimos al auto, para ir hasta la Laguna del Desierto. Me sorprendió la infinidad de paisajes, las cascadas, las lagunas color esmeralda, llenamos nuestras botellas de agua y seguimos viaje hasta la Estancia los Huemules, dejamos el auto y por 35 pesos te dejan ingresar para realizar el sendero al Glaciar Huemul, el trayecto más hermoso y que vale la pena le esfuerzo, con un ascenso entre bosques y parar cuando uno se agota es llenarse de un silencio ensordecedor y una sobredosis de paisajes.
     A la noche, fuimos a cenar a La Cervecería, un sitio donde la amabilidad, la buena comida y la rica cerveza artesanal se dan la mano para dejar al cliente conforme.
8- Chorrillo del Salto  y Mirador
     Ya sabíamos que en este lugar nos resultarían insuficientes los días con los que contábamos.
     Recorrimos 4 km del pueblo a un sitio llamado Chorrillo del Salto, una cascada que se puede llegar caminando, en bici o en auto.
     A la tardecita estuvimos trepando en un mirador y fuimos nuevamente al lugar altamente recomendable de la Cervecería.
     Al día siguiente regresamos al Calafate y emprendimos antes del mediodía la vuelta a Buenos Aires…




Mares de hielo

En el bar de hielo

Lago argentino

Glaciar Perito Moreno

Glaciar colgante

Sombreros mexicanos

Bosque petrificado

El Chalten

Triana en la caminata al glaciar Huemul