El fin de semana pasado Tato tenía que realizar para el colegio una historia sobre el mar. Su primera reacción fue querer hacer algo así nomas, de un par de renglones, poniendo casi nada de esfuerzo. Nos sentamos y le dije que todo lo que él haga, debe hacerlo del mejor modo, poniendo el máximo empeño… ¿Todo pero todo? SI.
Me preguntó cómo hacerlo, y le dije que se imaginara primero la historia, que las comas iban cuando al leerlo tuviese que respirar… y esto es lo que escribió:
“El hombre misterioso”
“Un día a la tarde, cuando caía el sol, decidí ir a la playa. Estaba sentado viendo el horizonte y de pronto vi un barco hundiéndose.
Me dio escalofríos cuando alguien saltó del barco y se venía acercando. Lo fui a ayudar y lo traje a la orilla. Y cuando lo pude ver bien, era un hombre tan frío como los copos de nieve.
Le pregunté: - ¿Quién es usted? ¿De qué país es?
- No sé, sólo recuerdo que un pulpo gigante destruyó mi barco.
Por un momento pensé que estaba loco, pero luego vi las roturas del barco y supe que no mentía.”
Cerró su carpeta y esperó ansioso al lunes… Ese día, a su regreso, me dijo que su cuento tenía un sobresaliente pero que había sido puesto sin ser leído siquiera.
Le dije que le habrá parecido y me aseguró que había sido así… que le puso el sobresaliente mirando para otro lado y en un pase vertiginoso por su carpeta. No le interesaba la máxima nota, le interesaba que su querido e idealizado maestro no lo había leído. “Pero mami, no le digas nada, él tiene problemas, lo dejó su esposa!”
No sabía qué hacer, si hablar con el docente, escribirle una nota, si dejar que mi hijo se diera cuenta que hay decepciones en la vida… Lo charlamos con Triana y ella, que es más informal, me dijo que en la reunión de padres, se lo planteara si tenía oportunidad, me pareció bien…
Tarde, cuando casi se iba a dormir, volví a charlar con Tato y le dije que lo importante es lo que él había hecho, que estábamos orgullosas y me callé por ahora que… y si… no hay que idealizar a nadie, a veces las personas pueden jugarte una mala pasada.