Sucedió días antes de terminar el cole...
Espero no hacerme enemigos con esta declaración, pero jamás había visto ninguna película de Harry Potter, hasta ayer… donde fue estrictamente necesario y se enterarán por qué. (Me gustó, me dio curiosidad y espero la segunda parte)
Hace una semana Tato llamó por teléfono a una compañerita de grado y así nomás la invitó al cine, constituyéndose su primera cita. Fue muy graciosa la conversación donde me decía cosas como: “¿Por qué se llama primera cita? ¿Si salgo con un amigo es la primera cita gay?” acordando finalmente que la definición de cita correspondía a: Primera salida con una niña que le gustara.
La noche anterior estaba nervioso y se preguntaba una y otra vez qué es lo que le gusta a una nena… a una mujer, le dije que él mismo lo averiguaría, que sea él y listo.
Luego del colegio, llegaron juntos, los esperaba con un plato de pastas con manteca, que ambos devoraron íntegro, mientras que conversaban, se hacían chistes y reían inocentemente.
Fue hermoso verlos compartir, hacer lazo, mirar entre nachos y pochoclos la peli, mientras de modo alternado, veía que se contemplaban profundamente, con esa profundidad que solo tiene la mirada de un niño.
Hace una semana Tato llamó por teléfono a una compañerita de grado y así nomás la invitó al cine, constituyéndose su primera cita. Fue muy graciosa la conversación donde me decía cosas como: “¿Por qué se llama primera cita? ¿Si salgo con un amigo es la primera cita gay?” acordando finalmente que la definición de cita correspondía a: Primera salida con una niña que le gustara.
La noche anterior estaba nervioso y se preguntaba una y otra vez qué es lo que le gusta a una nena… a una mujer, le dije que él mismo lo averiguaría, que sea él y listo.
Luego del colegio, llegaron juntos, los esperaba con un plato de pastas con manteca, que ambos devoraron íntegro, mientras que conversaban, se hacían chistes y reían inocentemente.
Fue hermoso verlos compartir, hacer lazo, mirar entre nachos y pochoclos la peli, mientras de modo alternado, veía que se contemplaban profundamente, con esa profundidad que solo tiene la mirada de un niño.