De chica, más bien de adolescente, juré no parecerme ni a mi padre, ni a mi madre, en los momentos que tenían decisiones y actitudes erradas- a mi criterio adolescente-. Ahora soy madre y caigo en situaciones que me sobrepasan y me veo como en espejo con ellos.
Estamos pasando por un momento de pruebas, de necesitar fuerzas y cuando creemos que no vamos a tolerarlo, seguimos y seguimos.
A veces sentimos que esos momentos tienen que ver con nuestros errores y los amigos nos dicen que son cosas inevitables en la vida, que los niños deben crecer libres y que nosotras como madres estamos también aprendiendo con ellos. En todo aprendizaje, hay momentos en los que uno se equivoca.
Necesitamos un respiro, los cuatro juntos, solos, pudiendo solamente disfrutar… como un paréntesis necesario, para tanta adversidad, adversidad irremediable, pero con posibilidades de no ser para siempre.
Estamos pasando por un momento de pruebas, de necesitar fuerzas y cuando creemos que no vamos a tolerarlo, seguimos y seguimos.
A veces sentimos que esos momentos tienen que ver con nuestros errores y los amigos nos dicen que son cosas inevitables en la vida, que los niños deben crecer libres y que nosotras como madres estamos también aprendiendo con ellos. En todo aprendizaje, hay momentos en los que uno se equivoca.
Necesitamos un respiro, los cuatro juntos, solos, pudiendo solamente disfrutar… como un paréntesis necesario, para tanta adversidad, adversidad irremediable, pero con posibilidades de no ser para siempre.