miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Y que vivan las novias mamá!

En nuestro país se está debatiendo la posibilidad de que todos tengamos los mismos derechos, ayer estuvo en el Congreso ese debate por la Igualdad, discutiéndose la ley del matrimonio para personas del mismo sexo… Se escucharon miles de argumentaciones, algunas a favor, otras en contra (espeluznantes) y finalmente se obtuvo hoy los votos favorables para el Si, o sea que pasará al Senado para ser discutido y con posibilidades de que el Matrimonio sea posible para todos y todas… Triana y yo nos despertamos y nos abrazamos profundamente.
Tato se enteró del tema, escuchó en la tele y me preguntó:
- Mami, vos y Triana ya están casadas, ¿te acordás que yo las casé? ¿Pero eso no vale?
- No hijo, la ley todavía no permite que dos mujeres nos casemos… pero ya estamos cerca de poder lograrlo.
- ¿Por qué la ley se mete en eso?
- La Iglesia también se mete en eso…
- ¿Y qué saben ellos de nosotros y de lo que ustedes se quieren?
- (me río) Es verdad, se meten porque se creen con derecho de hacerlo, pero hay señores y señoras en el Congreso que ahora están defendiendo y diciendo cosas parecidas a las que vos decís.
- Ustedes se van a poder casar mami, les voy a tirar arroz y… ¿te vas a poner vestido blanco con cola para que la lleve? Eso no quiero eh?
- No, no creo que me ponga un vestido así.
- Ah, mejor y cuando salgan voy a gritar: ¡Vivan las novias!

miércoles, 7 de abril de 2010

La felicidad hace equilibrio en un delgado hilo

La semana pasada cumplimos 11 años de estar juntas con Triana. Unas muy queridas amigas nos invitaron a un almuerzo maravilloso en una bodega cercana a la cordillera de los Andes, mientras teníamos de fondo los viñedos, los niños dando vueltas alrededor nuestro, las voces extranjeras conversando desde otras mesas.
No sé si es inevitable (o inevitable para mi es seguro)pero en un momento me sumergí en los recuerdos, haciendo un racconto de todo lo acontecido en ese tiempo, recordando también momentos muy dolorosos donde peligró nuestra relación, o unos meses que estuvimos separadas... y valoré mucho más el presente, porque habíamos logrado volver a amarnos, crecer juntas, progresar como familia y ser felices.
Pusimos todo en equilibrio... otra vez...
Aún estoy conmocionada por lo que sucedió hoy: Tato comenzó en un lugar nuevo natación, con Tinchi lo estuvimos observando en la clase y al finalizar, se fue al vestuario. .Bajamos para ayudarlo a cambiarse y no lo encontramos, iba de un lado a otro buscándolo con la mirada, con bolsas y el carrito del enanito. Los minutos pasaban, 10, 15 y Tato seguía sin aparecer. Sin darme cuenta abandoné el carrito con cosas materiales que ya no me importaron e irrumpí al vestuario de hombres gritando su nombre y nada...En mi mente solo tenía imágenes horribles, trataba de concentrarme y ponerme en su lugar, tuve terror de no volver a verlo, gritaba, se me caían las lágrimas, mientras Tinchi también lo llamaba. A los 25 minutos, me meto en otro vestuario y lo veo allí, con su carita colorada, a punto de llorar y juro que comprendí el dicho que dice: "Me volvió el alma al cuerpo"
La vida haciendo equilibrios y feliz, es una adquisición que hay que disfrutar.

lunes, 22 de marzo de 2010

Sin "esas" ilusiones tambien se vive


Hay diferentes opiniones en la sociedad respecto a la transmisión de la existencia del Ratón Perez, de Santa Clauss, de Los Reyes Magos. Particularmente como familia y por experiencia propia (donde esas ilusiones me hicieron tan feliz)Tato cree en estos seres maravillosos, y es hermoso ver su carita en cada Navidad o cuando le ponemos agua a los camellos... Pero varios de estos personajes, hoy cayeron en desgracia con el siguiente diálogo:
- Má, ¿ el Ratón Perez y el conejo de Pascuas no existen verdad?
- ¿Por qué lo decís?
- Porque los padres ponen el dinero de los dientes y Triana y vos me compran huevos de Pascua...
- Yo no sabía que había conejo de Pascuas, eso es en la tele.
- ¿Y el Ratón Perez? Quiero que me digas la verdad.
- ¿Querés que te diga la verdad?
- Si.
- El conejo de Pascuas ni sabía, el ratón, somos las madres...
- ¿Ustedes me ponen el dinero? Yo creía que me daban mucho dinero porque tenía dientes lindos...
La carita se le puso con un gesto de consternación: - Má, pero Santa si existe. yo vi el gorro de él en la Navidad. (Triana se disfraza, o realiza efectos para que él lo vea así)¿Él y los Reyes existen, verdad? Porqué no sé... me siento tan triste...
- Yo tambien me puse triste cuando me enteré... fue a los 8.
- Mami, me es muy difícil a veces crecer, es duro...

No pude hacer otra cosa que revolverle el cabello, abrazarlo y darle un beso como respuesta, mientras me despedía ( solo por un tiempo) de mi función de Ratona Perez.
Y vaya a saber por qué extraño motivo, hoy Tato me pidió poder bañarse en la bañera, llevando juguetitos para entretenerse... como cuando era más pequeño.