Hace más de 10 años yo, Roma, andaba por ahí, sintiendo que amaba a alguien de mi mismo sexo y que eso además de generar un revuelo familiar general, implicaba renunciar a la maternidad.
Hace más de 10 años Triana, también andaba por ahí, con la ilusión de reflotar un vínculo X, que (por suerte) no prosperó.
Un día pasó: nos conocimos, nunca más nos separamos y Triana dijo: “Quiero tener un hijo con vos” y yo dije “¿Cómo se logra eso?” iniciando desde ese momento un camino de búsqueda, de la mano de dos grandes amigas con una hija hermosa, que nos orientaron permitiéndonos conocer al médico que nos ayudó para concretar nuestro sueño.
Hace más de 10 años: Tato y Tinchi comenzaron a estar en nuestro deseo, en nuestro proyecto de vida, y como le gusta decir a Tato: una partecita de él estaba en mi útero y la otra la tenía guardada el doctor, guardián de 2 semillitas: la de él y la de Tinchi.
El tiempo hizo el resto: con Triana afianzamos nuestro amor día a día, nuestro primer hijo nació hace 6 años y fue enseñándonos con sus actos, sus palabras, su amor incondicional y hace casi un año llegó a nuestras vidas Tinchi, completando el equipo.
Aquí andamos, peleándola a diario, mostrando a todo el mundo, que es posible formar una familia, si existe el deseo y el amor.
Hace más de 10 años Triana, también andaba por ahí, con la ilusión de reflotar un vínculo X, que (por suerte) no prosperó.
Un día pasó: nos conocimos, nunca más nos separamos y Triana dijo: “Quiero tener un hijo con vos” y yo dije “¿Cómo se logra eso?” iniciando desde ese momento un camino de búsqueda, de la mano de dos grandes amigas con una hija hermosa, que nos orientaron permitiéndonos conocer al médico que nos ayudó para concretar nuestro sueño.
Hace más de 10 años: Tato y Tinchi comenzaron a estar en nuestro deseo, en nuestro proyecto de vida, y como le gusta decir a Tato: una partecita de él estaba en mi útero y la otra la tenía guardada el doctor, guardián de 2 semillitas: la de él y la de Tinchi.
El tiempo hizo el resto: con Triana afianzamos nuestro amor día a día, nuestro primer hijo nació hace 6 años y fue enseñándonos con sus actos, sus palabras, su amor incondicional y hace casi un año llegó a nuestras vidas Tinchi, completando el equipo.
Aquí andamos, peleándola a diario, mostrando a todo el mundo, que es posible formar una familia, si existe el deseo y el amor.