
Traté de explicarle, pero fue un poco difícil hacerlo telefónicamente, me decía una y otra vez que a Triana la quieren, qué por qué creo que no… en fin, son esas ocasiones donde escasea la fluidez de diálogo, donde deben pasar los días.
Con Triana nos pusimos a conversar respecto a lo sucedido… me sorprendió sobremanera que a mi papá y a su señora les haya interesado lo que digo en una publicación de una revista gay, que se hayan mostrado muy angustiados por ese motivo, y les pido disculpas porque mi intención no fue lastimarlos, sino transmitir a los que leyeran, que muchas veces puede ser complicado el proceso de conformar una familia homoparental, pero que vale la pena.
Tomamos una decisión: mirar nuestro alrededor y no el pasado, tanto su familia como la mía pueden en alguna ocasión ( o en varias) haber cometido errores, pero nuestro presente es muy diferente: Tato y Tinchi son nietos de abuelos que los aman, tanto por el lado de mi papá y su esposa que estuvieron cerca en todo el proceso de mis embarazos y después; o de mi mamá y su esposo que domingo por medio podemos compartir asados junto a mis hermanos, sus parejas y sus hijos; o los padres de Triana que cuando los vemos los tratan como al resto de sus nietos; o mi abuela que adora a Triana como a una nieta más…
El tiempo todo lo cura, todo lo arregla y equilibra.