Tato ha crecido, madurado, lo observamos con Triana y vislumbramos por momentos la imagen a futuro de un hermoso jovencito, que nos da cuenta del paso del tiempo, pudiendo volver enseguida al alivio de que sea un niño de 5 años, cuando se encapricha por algo o pelea a su madrina para ganarse mi amor.
Como parte de su crecimiento, dos de sus dientitos delanteros comenzaron a aflojarse. Todo el tiempo preguntaba cuándo se le caerían, cuando vendría el ratón de los dientes y yo le daba manzana, le decía que comiera carne, que ya se le saldrían.
Esta semana, mejoría mediante, retomé mi rutina laboral y a la vuelta del cole Tato y Triana merendaban juntos.
Uno de esos días, a mi regreso, encontré a mi hijo con un hilo larguísimo colgado de uno de sus dientes, mientras me contaba entusiasmado que lo tenía para jugar.
Miré a la madrina con sospecha, ella sonrió y siguieron jugando…
Horas más tarde: Tato vino sin el hilo y sin su diente, Triana se lo había sacado a ambos a la vez.
Pensé en ese acontecimiento y sobre una pequeña diferencia: casi todos los dientes de ella habían salido de esa misma forma: arrancados, en cambio los míos habían esperado abúlicamente su caída.
Así de diferentes habían sido nuestras infancias… ¡qué bueno y qué importante que una familia se forme de varias historias que se entrelazan para convertirse en una!
Como parte de su crecimiento, dos de sus dientitos delanteros comenzaron a aflojarse. Todo el tiempo preguntaba cuándo se le caerían, cuando vendría el ratón de los dientes y yo le daba manzana, le decía que comiera carne, que ya se le saldrían.
Esta semana, mejoría mediante, retomé mi rutina laboral y a la vuelta del cole Tato y Triana merendaban juntos.
Uno de esos días, a mi regreso, encontré a mi hijo con un hilo larguísimo colgado de uno de sus dientes, mientras me contaba entusiasmado que lo tenía para jugar.
Miré a la madrina con sospecha, ella sonrió y siguieron jugando…
Horas más tarde: Tato vino sin el hilo y sin su diente, Triana se lo había sacado a ambos a la vez.
Pensé en ese acontecimiento y sobre una pequeña diferencia: casi todos los dientes de ella habían salido de esa misma forma: arrancados, en cambio los míos habían esperado abúlicamente su caída.
Así de diferentes habían sido nuestras infancias… ¡qué bueno y qué importante que una familia se forme de varias historias que se entrelazan para convertirse en una!