
Llegó el día, caluroso, como éstos, cerca de Reyes…
Tato estaba jugando por ahí mientras las gotitas de sudor le corrían por la frente, y cada vez que pasaba a mi lado me daba un beso y me decía que me amaba.
Lo llamamos con Triana, comenzamos a decirle:
Tato estaba jugando por ahí mientras las gotitas de sudor le corrían por la frente, y cada vez que pasaba a mi lado me daba un beso y me decía que me amaba.
Lo llamamos con Triana, comenzamos a decirle:
-¿Sabés lo que mami tiene en la panza?...- Sí, ya sé, un bebé.
- ¿Cómo sabés?
- Los bebés están en la panza de la mamá…
- Tato, no es un bebé cualquiera, vas a tener un hermanito.
- Sí… bueno, lo que les pido es que le compren una cuna, así si hace pis y caca no lo hace en mi cama.- Prometido amigo.
- ¿Cómo sabés?
- Los bebés están en la panza de la mamá…
- Tato, no es un bebé cualquiera, vas a tener un hermanito.
- Sí… bueno, lo que les pido es que le compren una cuna, así si hace pis y caca no lo hace en mi cama.- Prometido amigo.
Fin del clima de conversación con ambas, ensimismamiento y luego llamándome aparte dijo: “Mami, ¿cómo hicieron el hermanito? ¿Cómo es la historia de la semillita?”
(Respuesta dada en el próximo capítulo.)