
Cuando planeamos con Triana convertirnos en mamás por primera vez, creíamos que deberíamos ocuparnos de pensar en prever todas las adversidades, problemas o circunstancias de traer un niño al mundo: la familia y el qué dirán; los pañales; las pestes de verano, invierno, primavera y otoño; la vestimenta; las cuestiones económicas; los consejos para darle…
Pero los 5 años y pico de nuestro nene, nos confirma a diario, que tiene sus pies sobre la tierra, dispuesto a convertirse en nuestro guía si lo necesitamos, o en darnos calma si intentamos apuradas prestarle poca atención.
No pasa un día en el que no nos diga: Las quiero, las necesito, estoy feliz de tenerlas de mamá, son lo mejor que me pasó en la vida…
Esta mañana, mientras los dos esperábamos el micro, me dijo:
- Mami, yo estoy muy orgulloso de vos…
- ¿Por qué?
- Porque sos una muy buena mamá, sabés todo lo que me gusta y yo pienso, pienso, pero todavía no te encontré ninguna cosa mala o que te equivoques. Te amo mami y a Triana tambien. Ah! Y me hiciste tan lindo, con ojos que veo, con manos para jugar, con piernas para correr… me hiciste muy lindo mami.
Una bocina de micro me devolvió a la realidad, le di un beso enorme y nos despedimos hasta la vuelta.