domingo, 23 de septiembre de 2007

Balance.


Es difícil darnos cuenta por los resultados de las cosas, si lo que realizamos es correcto o al menos puede llegar a conformarnos.
Largas charlas nos ocupan con Triana, de cómo proceder ante determinadas cosas que Tato nos plantea, que forman parte de la vida de cualquier niño que está creciendo.
· “Mami, un nene me molesta en el micro, me pega…”
· “La bisabuela no entiende nada, no sabe nada.”
· “La bisabuela dice que estoy empachado y vos dijiste que los viejitos son sabios, así que no como más.”
· “Que Triana se vaya de casa, yo la echo, ella no es nadie.”
· “¿Mamita, estás segura de que tenés espacio para amar a muchos más?”
· “¿Siempre voy a ser tu hijo?”
· “Triana ve cualquier nene y le parece mejor que yo.”
· “¿Por qué me tengo que callar la boca si se hablar y Triana no tiene razón?”
· “¿Por qué los padres les dicen a sus hijos cuando se casan que se vayan a otra casa?”

Nadie les enseña a las madres cómo responder, la coherencia depende de cada una, de los deslices que los hijos les vayan permitiendo hacer. Tato piensa, se equivoca, ríe, llora, se enoja, crece. Tato sufre y es feliz.
Las mamás lo protegen de todos los males posibles, lo forman, lo miman, lloran por los errores de ambas y por las dificultades de él.
La familia es ese lazo de amor que se va conformando, donde uno crece y se prepara para el mundo externo.

jueves, 20 de septiembre de 2007

La Primavera!!!



Recuerdo que de niña el 21 de setiembre me llenaba de vértigo, no sabía si me gustaba o no… Mi mamá (loca de la primavera) desde temprano, me hacía unas trenzas, colocando unas flores en cada extremo de ellas, vistiéndome con un vestido floreado que me hacía mi abuela, igual al de mi hermana, llevándonos a la salida del cole a tomar un helado. Al principio no me resultaba molesto, todo lo contrario, pero al ir creciendo, me empecé a sentir un poco ridícula.
Ya en el colegio secundario, los planes eran diferentes: algunos se besarían con algún chico lindo, otros tomarían alcohol fuera de la vista de los padres, otros rogábamos que al menos hiciera un lindo día.
Al terminar la secundaria cada primavera que llegaba me frustraba pensando que era un año más que me encontraba sin novio/a. Hasta que hace 8 años atrás, la primavera me sorprendió acompañada, con alguien de la que estaba absolutamente enamorada, que me regalaba flores: Triana.
Triana le dio sentido a mis primaveras, al canto de los pájaros, a los años.
A ella de chiquita le gustaba la primavera, porque trabajaba en el campo sin pasar frío, sin que sus manitos se ajaran por la escarcha, le gustaba porque podía empezar a pensar en el verano, en los baños en el río, en el fin del colegio... Según me cuenta: yo tambien le di sentido a sus primaveras.
Nuestro hijo está emocionado: hoy trajo una nota en el cuaderno del jardín avisando que tendrían mañana su primer picnic, que tenía que llevar alguna comida salada para compartir. Habla de lo que le dijeron la seños: de las plantas que crecen, de los pajaritos que hacen su nido… celebrando cada brote que ve en los árboles de la vereda.

domingo, 16 de septiembre de 2007

¿Ya no soy el rey de la selva?


Todo estaba más que calculado: llegaba un fin de semana y Tato se disponía a:
· disfrutar de su familia.
· mirar tele hasta tarde.
· Desayunar en la cama de las mamis, mientras mira sus dibujitos.
· Dibujar, construir, jugar con ambas.
Pero la realidad marcó la diferencia… Al llegar el viernes del jardín, la madrina lo estaba esperando con un hombre grandote a quien le dijo que saludara y a lo que él respondió: “No saludo a gente que no conozco y a este señor no conozco…” Era el mejor amigo de la infancia de Triana, casi un hermano, esos hermanos que la vida nos da muy pocas veces.
Ese fue el inicio, marcando como sería el resto: Tato mirando de reojo desde lejos como Triana y su amigo se reían de anécdotas de la infancia, como se sacaban infinidad de fotos en donde él no estaba incluido.
Día siguiente: a la tardecita, una de las tías del piso de arriba vino a visitarnos y Tato decidió irse con ella…
- Vos jugás conmigo, Triana ya no juega más, solo habla y habla… pero nada más... seguro que ahora me vienen a buscar…Pero tuvo que volver solito, y siguió mirando de lejos, tratando de hacerse amigo de ese gigantón tierno.
- ¿Mami, vos siempre me vas a querer a mi?.El sábado fuimos los 4 a ver Pulgarcita al teatro (muy buena la obra) y todo se fue tranquilizando, Tato pudo acercarse al invitado, jugar a las escondidas, luego de una charla que tuvimos la mañana anterior, donde le dijimos que él siempre sería el rey de la casa, al que nosotras siempre íbamos a querer, que era nuestro nene.

p.d: foto del robot FUEGOTOM construído por Triana y Tato.