
Después de un día de muuuucho trabajo, casi de madrugada para mí, con un resfrío inminente, salí de casita, dejando a Triana y a Tatito cenando, para ir con una amiga a la charla de “Familias Homoparentales.”
Llegamos y estaba todo super lleno, comenzó un poco más tarde de lo pactado. No tenía asiento y estaba apoyada en la pared, para luego sentarme en el suelo (y dudar de cómo iba a pararme.) con mucho calor en el ambiente.
Trataba de encontrar en el auditorio a alguna de mis compañeras blogueras: unas mamás con mellis colgando, unas pancita incipiente… pero no las encontré.
La charla: ayyy… me pareció muchos heterosexuales hablando, con poca experienca en la clínica (o poca capacidad de transmisión.), salvo el psicólogo de la CHA, nada nuevo, nada diferente de lo que nosotras podemos conversar a diario, lo cotidiano. Nos hablaban de estadísticas norteamericanas, de no se donde….
Conclusión: LA VIDA MISMA MERECE MENOS EXPLICACIÓN Y OFRECE MENOS DIFICULTADES. Es decir: no tengo que preguntar si los niños criados por parejas homosexuales son normales o no, porque Tati me muestra a diario que es una preciosa persona, sana, llena de valores, llena de amor, cariñoso…
Fue importante que esa charla se haya dado, abierta a la sociedad (ya que a veces los psicoanalistas solemos ser un tanto cerrados), quizás hubo futuras madres que les sirvió para tener menos temor…bien por la APA.
La reunión terminó muy tarde, volví a casa corriendo y los encontré a mis dos amores durmiendo en la cama de Tati, abrazados, con cara de felicidad de haber podido dormir juntos. La desperté a Trini y me preguntó que tal la charla…. Y yo lo único que quería era meterme calentita en la cama a descansar…
(Esta mañana, antes de irse, Tati me dijo que estaba muy contento, muy feliz, de haber podido dormir con la madrina anoche.)
Llegamos y estaba todo super lleno, comenzó un poco más tarde de lo pactado. No tenía asiento y estaba apoyada en la pared, para luego sentarme en el suelo (y dudar de cómo iba a pararme.) con mucho calor en el ambiente.
Trataba de encontrar en el auditorio a alguna de mis compañeras blogueras: unas mamás con mellis colgando, unas pancita incipiente… pero no las encontré.
La charla: ayyy… me pareció muchos heterosexuales hablando, con poca experienca en la clínica (o poca capacidad de transmisión.), salvo el psicólogo de la CHA, nada nuevo, nada diferente de lo que nosotras podemos conversar a diario, lo cotidiano. Nos hablaban de estadísticas norteamericanas, de no se donde….
Conclusión: LA VIDA MISMA MERECE MENOS EXPLICACIÓN Y OFRECE MENOS DIFICULTADES. Es decir: no tengo que preguntar si los niños criados por parejas homosexuales son normales o no, porque Tati me muestra a diario que es una preciosa persona, sana, llena de valores, llena de amor, cariñoso…
Fue importante que esa charla se haya dado, abierta a la sociedad (ya que a veces los psicoanalistas solemos ser un tanto cerrados), quizás hubo futuras madres que les sirvió para tener menos temor…bien por la APA.
La reunión terminó muy tarde, volví a casa corriendo y los encontré a mis dos amores durmiendo en la cama de Tati, abrazados, con cara de felicidad de haber podido dormir juntos. La desperté a Trini y me preguntó que tal la charla…. Y yo lo único que quería era meterme calentita en la cama a descansar…
(Esta mañana, antes de irse, Tati me dijo que estaba muy contento, muy feliz, de haber podido dormir con la madrina anoche.)