Disfruté de los chicos durante todo el día, entremezclados con las cosas cotidianas, con la tarea, con las corridas. Llegan las 10 de la noche y refunfuñando, marchan los dos a lavarse los dientes, hacer pis y a la cama… Claro que esto no termina aquí, un sonido bien bajito de la tele, risas, protestas y corriditas de patitas en medias…
Hoy fue distinto, un silencio entrecortado de sollozos chiquitos, me hicieron ir.
Lo que encontré fue conmovedor: Tato y Tinchi abrazados con lágrimas en los ojos.
- ¿Qué pasó chicos?
Tato toma la palabra: “Me di cuenta que Tinchi me quiere… estábamos jugando que él era el papá perrito y yo el hijito perro, me daba de comer, me daba el remedio, me hacía dormir… jugábamos, me morí y él rápido se largó a llorar en silencio y después fuerte y me decía: NOOOOO, BEBÉ PERRITO, NO TE MUERAS!! Y me abrazaba fuerte…”
Tato necesita de continuas demostraciones de cariño, de sentir que es elegido a diario, Tinchi es de poder mostrar su amor de modo intermitente, intercalado de travesuras, sacadas de lengua y sonrisas… parece que este amor perruno fue lo necesario, para que estos hermanos, pudieran fundirse en un abrazo.
Hoy fue distinto, un silencio entrecortado de sollozos chiquitos, me hicieron ir.
Lo que encontré fue conmovedor: Tato y Tinchi abrazados con lágrimas en los ojos.
- ¿Qué pasó chicos?
Tato toma la palabra: “Me di cuenta que Tinchi me quiere… estábamos jugando que él era el papá perrito y yo el hijito perro, me daba de comer, me daba el remedio, me hacía dormir… jugábamos, me morí y él rápido se largó a llorar en silencio y después fuerte y me decía: NOOOOO, BEBÉ PERRITO, NO TE MUERAS!! Y me abrazaba fuerte…”
Tato necesita de continuas demostraciones de cariño, de sentir que es elegido a diario, Tinchi es de poder mostrar su amor de modo intermitente, intercalado de travesuras, sacadas de lengua y sonrisas… parece que este amor perruno fue lo necesario, para que estos hermanos, pudieran fundirse en un abrazo.