Siento que he crecido, siento que algunas de las cosas que no logré vivir hasta ahora posiblemente tenga que dejarlo para otra vida (escalar montañas, cazar tiburones, vivir en una casa en la playa, étc.) Para mucho no hay vuelta atrás.
Pienso las veces en que mi existencia hubiese sido modificada por una decisión diferente a la que he tomado en esos momentos claves, o comunes… no lo sé.
Hasta hace un tiempo sentía vergüenza de sentir lo que era, de expresar lo que sentía, de mostrarme con el resto. Tenía miedo, desdicha, no sé lo que me manejaba.
Hasta hace un tiempo pensaba qué postura tener ante cada situación cotidiana y hoy me sumerjo en la tranquilidad de ser espontánea.
Tengo la necesidad de resaltar la gente que hoy está a mi lado, que año tras año está presente en mis cumpleaños, en mis asados, en mis daikiris de frutilla, en mis necesidades de cuidado, en mis pedidos de préstamos de dinero para algún proyecto loco, en mis ganas de festejar de alguna manera especial mi cumpleaños...
Quiero valorar a esos amigos de antes, a esos que se han sumado nuevos, a todas esas personas queridas que a pesar de la diversidad, pueden convivir en cada agasajo familiar.
Quiero agradecer a mi familia, a mis hermanos especialmente, de los cuales uno a uno estoy orgullosa de ellos por diferentes motivos: de mi hermana porque ha sabido arreglarse sola siendo una madraza, porque tiene la calidez de niña siendo adulta, porque sonríe y se ríe el mundo… orgullosa por mi hermano que vive conmigo, porque puede ir hacia delante a pesar de todo, porque puede soñar y apostarlo todo, por mi otro hermano, que es un papá maravilloso y tierno, por mi hermanito menor porque se ha podido superar de la realidad de su primera época…
Gracias Triana por estar a mi lado y amarme tanto, gracias Tato porque me tuviste paciencia, me enseñaste, me aconsejaste, me mimaste, me ayudás con tu hermano y un gracias a Tinchi porque me boicoteás todo intento de ser infeliz, riéndote todo el tiempo con esos dos dientitos de conejo.
Necesito empezar de cero, necesito iniciar este año sólo con aquello que me llena de dicha, agradeciendo a quienes se que están.
Pienso las veces en que mi existencia hubiese sido modificada por una decisión diferente a la que he tomado en esos momentos claves, o comunes… no lo sé.
Hasta hace un tiempo sentía vergüenza de sentir lo que era, de expresar lo que sentía, de mostrarme con el resto. Tenía miedo, desdicha, no sé lo que me manejaba.
Hasta hace un tiempo pensaba qué postura tener ante cada situación cotidiana y hoy me sumerjo en la tranquilidad de ser espontánea.
Tengo la necesidad de resaltar la gente que hoy está a mi lado, que año tras año está presente en mis cumpleaños, en mis asados, en mis daikiris de frutilla, en mis necesidades de cuidado, en mis pedidos de préstamos de dinero para algún proyecto loco, en mis ganas de festejar de alguna manera especial mi cumpleaños...
Quiero valorar a esos amigos de antes, a esos que se han sumado nuevos, a todas esas personas queridas que a pesar de la diversidad, pueden convivir en cada agasajo familiar.
Quiero agradecer a mi familia, a mis hermanos especialmente, de los cuales uno a uno estoy orgullosa de ellos por diferentes motivos: de mi hermana porque ha sabido arreglarse sola siendo una madraza, porque tiene la calidez de niña siendo adulta, porque sonríe y se ríe el mundo… orgullosa por mi hermano que vive conmigo, porque puede ir hacia delante a pesar de todo, porque puede soñar y apostarlo todo, por mi otro hermano, que es un papá maravilloso y tierno, por mi hermanito menor porque se ha podido superar de la realidad de su primera época…
Gracias Triana por estar a mi lado y amarme tanto, gracias Tato porque me tuviste paciencia, me enseñaste, me aconsejaste, me mimaste, me ayudás con tu hermano y un gracias a Tinchi porque me boicoteás todo intento de ser infeliz, riéndote todo el tiempo con esos dos dientitos de conejo.
Necesito empezar de cero, necesito iniciar este año sólo con aquello que me llena de dicha, agradeciendo a quienes se que están.
FELICES VACACIONES