
Nunca pensamos que este tipo de reunión se convertiría en algo tan importante… pero este período de nuestras vidas hace que nos volvamos más sensibles, más necesitadas de mimos. Al principio no sabíamos muy bien de qué se trataba, nos fuimos informando y la idea en nuestras cabezas fue tomando forma.
El fin de semana esperado: llegaron de a dos, parejas de lesbianas con hijos o en camino a tenerlos, compañeras conocedoras de lo que se siente en este momento, del logro de poder estar tan cerca de ser madre. A medida que ingresaban fueron entregándome diversos obsequios para Tinchi, algún otro para Tato, mientras organizaban rondas de mate y cosas dulces.
Ese día no estaba muy bien de salud, pero pude disfrutar de las horas, contando experiencias, hijos, compartiendo ganas de hacer cosas para nosotras y nuestra familia. Me cuidaron, me mimaron, no dejaron que me levante del sillón donde las observaba a todas… Tuve una sensación increíble: la de no estar sola en este tipo de familia que con Triana hace años decidimos tener.
Este encuentro no terminó allí, pudimos desarrollar la 2º reunión laboral, respecto a las diversas problemáticas que nos atañen: a nivel legal, social, con “el objetivo de aunar recursos y fuerzas para abogar a favor del reconocimiento de nuestras familias…” pretendiendo ”… aportar un marco de referencia sobre los temas relacionados con las familias como las nuestras; sobre las problemáticas, inquietudes y necesidades a las que nos vemos enfrentadas cada día, para así poder allanar el camino de quienes nos sucedan…” y continuar con lo que hace más de un mes hemos empezado.
Y vuelvo a la sensación del principio, cuando entregaban los presentes… eran como ofrendas para el nuevo ser que llegaba, era como un acto sagrado… dar vida es verdaderamente un milagro que a una la convierte en dios.
Gracias por estar esta semana tambien, a ustedes, que nos acompañaron justo cuando las necesitamos con llamados, mensajes de texto, ofrecimiento de ayuda...
GRACIAS!!!!
Tinchi esta cerca.
El fin de semana esperado: llegaron de a dos, parejas de lesbianas con hijos o en camino a tenerlos, compañeras conocedoras de lo que se siente en este momento, del logro de poder estar tan cerca de ser madre. A medida que ingresaban fueron entregándome diversos obsequios para Tinchi, algún otro para Tato, mientras organizaban rondas de mate y cosas dulces.
Ese día no estaba muy bien de salud, pero pude disfrutar de las horas, contando experiencias, hijos, compartiendo ganas de hacer cosas para nosotras y nuestra familia. Me cuidaron, me mimaron, no dejaron que me levante del sillón donde las observaba a todas… Tuve una sensación increíble: la de no estar sola en este tipo de familia que con Triana hace años decidimos tener.
Este encuentro no terminó allí, pudimos desarrollar la 2º reunión laboral, respecto a las diversas problemáticas que nos atañen: a nivel legal, social, con “el objetivo de aunar recursos y fuerzas para abogar a favor del reconocimiento de nuestras familias…” pretendiendo ”… aportar un marco de referencia sobre los temas relacionados con las familias como las nuestras; sobre las problemáticas, inquietudes y necesidades a las que nos vemos enfrentadas cada día, para así poder allanar el camino de quienes nos sucedan…” y continuar con lo que hace más de un mes hemos empezado.
Y vuelvo a la sensación del principio, cuando entregaban los presentes… eran como ofrendas para el nuevo ser que llegaba, era como un acto sagrado… dar vida es verdaderamente un milagro que a una la convierte en dios.
Gracias por estar esta semana tambien, a ustedes, que nos acompañaron justo cuando las necesitamos con llamados, mensajes de texto, ofrecimiento de ayuda...
GRACIAS!!!!
Tinchi esta cerca.