miércoles, 14 de octubre de 2009

Corazón azul


Nos citaron para una reunión de padres en el colegio, nos hablaron de los logros, de los aciertos, de las cosas trabajadas y por trabajar… a todo nuestro alrededor había miles de dibujos de todos los pequeñitos y mientras escuchaba la voz de la seño, los ojos se me perdían en esos colores, buscando los monigotes de Tato.
Finalmente pude acercarme a un gran corazón de cartulina, donde a su vez albergaba a 23 corazones azules escritos con letra en lápiz de imprenta… ahí estaba: un pequeño dibujito de una familia con dos mamás y un Tinchi volando agarrado de la mano, graficaba lo siguiente: “GRASIAS POR ASERME NASER FAMILIA: LOS AMO CON TODO MI CORAZON Y GRASIAS POR QUERERME POR AMARME DESIARME Y QUERERME. LOS AMO HASTA EL INFINITO. POR PONERME CURITAS GRASIAS Y GRASIAS POR DARME BESOS: TATO.”
Me emocioné una vez más con su ternura, sus palabras, su modo simple de transmitir lo que siente... ese corazón vale más que mil palabras.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Cada hijo tiene su singularidad

Ambos niños nos sorprenden, ambos esperan el momento para llenarnos de besos, abrazarnos o jugar a la lucha, donde reímos los 4 hasta cansarnos.
Tato nunca pierde la calma, siempre “hace” que pega, siempre espera su turno, nunca rompió un libro y solo una vez tocó un enchufe.
Tinchi se encapricha tozudamente, pega, muerde o babea con absoluta intencionalidad, dejando heridas de guerra, quiere ser único y primero, destroza los libros, folletos o revistas que se le crucen por su camino y una y otra vez toca las cosas peligrosas, calientes o prohibidas.
Tato se muestra pensativo, expresa lo que siente, cuestiona, disfruta de grandes charlas, de los amigos, es obediente.
Tinchi es inquieto, no dice más que cinco o seis palabras, todo el tiempo le decimos ¡¡Noooooooo!! respondiendo con una sonrisa de 8 dientes.
Al final del día, cuando ya los dos están dormidos, conversamos respecto a cómo estamos haciendo las cosas, como los estamos criando, les cortamos las uñitas si es necesario, los tapamos y les damos un beso que les dure toda la noche.

martes, 8 de septiembre de 2009

Tinchi el niñito pícaro (¿o increíble terremoto?)


Hace una semana, fui a buscar a Tinchi a la guardería que concurre desde que tiene 3 meses y medio. La docente me miró simulando consternación, mientras el pequeñito le abría la puerta con fuerzas para agarrarse de mi pierna y darme una especie de beso y mordisco baboso.
- ¿En tu casa muerde?
- Eh… si, un poco y a veces…
- Bueno, hoy estaba en el corralito y le daba besos a un nene, repentinamente explotó en llanto y lo estaba mordiendo… lo sacamos cuando por segunda vez mordió a otro niño, lo pusimos en un rincón y caminaba diciendo Tet!! Tet!! ¿A vos te dice así?
- No, a su madrina…
- Como no le decíamos nada… le tiró del pelo a una bebé que se asomaba por la cuna…
- Bueno, no se debe hacer eso Tinchi… - le dije de modo firme, conteniendo la risa, mientras me miraba serio.
Hoy algo volvió a suceder: la otra docente me informó que abrió la puerta y se escapó, mientras gritaba ¡Tet!! ¡Teeeeet! Y al reingresarlo a la salita abrió la heladera y tiró los yogures que estaban allí, bebiendo mamaderas de sus compañeros…
Cada hijo es diferente y este creo que se presenta como un pequeño y adorable terremoto!!!!!