sábado, 28 de marzo de 2009

Sobre encuentros, grupos y familias




En la vida debemos avanzar en todos los aspectos movidos por nuestro deseo, para encontrar aquello que nos haga sentir plenos, que nos permita comprometernos y a la vez disfrutar.


Con Triana, Tato y Tinchi tuvimos la satisfacción de conocer y formar parte desde el 2007 a la actualidad (como familia) de 3 organizaciones de “familias homoparentales” que fueron muy importantes para nuestras vidas. Todos estos grupos nos permitieron conocer parejas con hijos o emprendiendo el camino para tenerlos, la base y aprendizaje en cada uno fueron diferentes…
No sé cuánto se ha modificado en mi en este recorrido, a Triana le ha servido para virar de frases como: “Madre hay una sola” a “ Yo también soy tu mamá Tato!”, o a mi hijo mayor para charlar con otros niños de madres lesbianas o padres gays respecto de tener dos progenitores del mismo sexo, saber que no está solo en el mundo con esa particularidad. Yo tuve deseos de escribir, de poder orientar a otros que se inician en este recorrido, conocerlos, charlar de temores, de inquietudes…
Los dos primeros grupos de los que formamos parte continúan en la lucha por conseguir cuestiones legales, por ser reconocidos a nivel social, por formarse teóricamente para tener un lenguaje políticamente correcto, por ser visibles de modo masivo, por hacer cosas que nos sirven a todos nosotros como familias.
Acá va un agradecimiento a ambos porque siempre se aprende, porque en el 1º grupo pude conocer una pareja de mujeres con una hija de 6 años, con las que aún nos encontramos de vez en cuando, que a su vez nos dieron la alegría de presentarnos unos papás con un nene de 4 años. En el 2º grupo pude sentirme respaldada en todo mi embarazo de Tinchi, lo mimaron en sus primeros meses, conocí otras parejas luchadoras, y a unas chicas (hoy amigas) con una nena hermosa de 2 años, con la que compartimos algunos fin de semanas.
No sabemos si este 3º grupo será el último, pero es en donde verdaderamente encontramos y conformamos un espacio de diálogo, intercambio, mate y asados, donde nuestros hijos juegan, se divierten, donde hay parejas que están realizando tratamiento para convertirse en madres, donde pudimos recibir la visita de amigas de Chile, de Uruguay, conocer diferentes realidades sociales y legales.
Creemos que todos somos necesarios, todos somos importantes, que peleando cada uno desde su lugar, desde lo cotidiano, siendo visibles en cada una de nuestras vidas (dando la cara en el colegio de nuestros hijos, nuestra obra social, nuestra familia) facilitaremos el recorrido que nuestros niños deban hacer el día de mañana en la sociedad que vivan.
p.d: ¡algo muy importante! lo que me permitió conocer otras familias de México, Chile y España a través de los blogs, a la que estamos muy agradecidas, fue Internet.

jueves, 19 de marzo de 2009

Los hermanos sean unidos

Hay un vínculo muy especial entre los hermanos: códigos, secretos, peleas, gustos dispares o similares, recuerdos… No sabía que esa relación comenzaría desde tan temprano en la vida de Tato y Tinchi…
El pequeñito tiene 8 meses, seis dientitos que se la pasa mostrando (porque pareciera que sabe esencialmente sonreír) muchas ganas de tocar y masticar todo lo que encuentra a su paso, buscando con diferentes sonidos llamar la atención de su hermano mayor. Y lo logra, Tato lo observa, juega, le canta, y dice cosas como “Es hermoso mamá, miralo”… o “siempre lo voy a cuidar” (con esa habilidad de expresar con palabras todo lo que siente.)
Y juegan al Eco, o a perseguirse, juegan a que Tato hace lanzar una carcajada a Tinchi y Tinchi a Tato…
Por supuesto que Tato no es perfecto, y cuando tiene que ponerse triste por algo dice que: el tiempo, el upa, las mamás que tiene de menos es porque Tinchi está en nuestras vidas, pero pronto se le pasa y siguen disfrutando de estar juntos con nosotras formando una familia.
p.d: ya volvió Triana!!!

viernes, 6 de marzo de 2009

Tato comenzó la primaria.


Nos resultó muy doloroso a Triana y a mi estar circunstancialmente separadas este día tan importante para nuestro hijo.
El lunes bien temprano fuimos con Tinchi y Tato al colegio. Los minutos se hacían muy largos, no llegaba ninguno de sus compañeros. La primera en hacerlo fue la nena de la cual está enamorado hace más de un año, fue tal su timidez que no pudo siquiera mirarla o saludarla, aunque se quedaron uno muy junto al otro.
Triana llamaba al celular cada 10 minutos, nos enviaba mensajes de aliento.
Cantamos el himno, la directora dijo unas palabras, mientras los niños comenzaron a ser acomodados en la fila por estatura… Tato fue separado de su mejor amigo porque en las vacaciones su compañero no había crecido y mi hijo le llevaba una cabeza, eso lo amedrentó un poco.
Terminó la ceremonia, realizamos una actividad juntos y llegó el momento de separarnos… Tinchi se le acercaba a chupetearle el mentón como siempre lo hace, yo le revolvía el cabello dándole valor para encarar este ciclo nuevo.
En su carita se leía desconcierto, temor, curiosidad, y en mi corazón sentía que mi nene chiquito, estaba creciendo, mis ojos se llenaron de lágrimas, estaba muy emocionada.