martes, 26 de agosto de 2008

¿Qué cambia cuando algo cambia?



No sé si es el paso del tiempo en el que todos crecemos como familia, individualmente como personas, sumado a una buena capacidad de escucha (producido por muchas horas compartidas), más buena gente, amigos, con los que conversamos de cosas profundas y compartimos también hermosos momentos… todo eso será lo que hace replantearnos diversas cuestiones, que provocaron que cosas importantes hayan cambiado en estos días.
Empiezo por el más chiquito, por nuestro querido Tinchi chanchi, que aprendió a reírse cuando logra enfocarnos con su mirada, a quejarse diciendo un largo: “enggueeeé” si es de capricho, o un llantito continuado si algo le da miedo, o soniditos que van saliendo de casualidad y nos enternece a los tres.
Nosotros, el resto, la familia preexistente, hemos pasado y pasaremos por muchas etapas: falta de sueño, corridas, nerviosismo… las primeras salidas donde nos olvidábamos la mitad de las cosas, momentos donde el desayuno, el baño de la tarde, los fines de semana se convertían en aventuras con horarios que el más pequeño manejaba a su antojo, a su hambre en realidad.



En secreto he observado dos cosas que me emocionaron:


-Triana todo el tiempo al decir la palabra hijo, se le llena la boca de orgullo, levantando a Tinchi por el aire, con ambas manos (como el padre del Rey León levantaba a su cachorro presentándolo a toda la selva) o palmeando al hombro de Tato ante alguna situación que nos enternece.
-La segunda situación que sucedió es que hoy Tato, al salir de bañarse, llamaba “Maaaaa”, y al responder yo, me dijo: “no, la otra má”, refiriéndose a Triana, en vez de nombrarla madrina como la mayoría de las veces… provocando una alegría contenida en ella, ansiosa por compartir esto conmigo por si no había escuchado.

Parece, como diría una amiga, que simplemente es una cuestión de asumirse como familia, que si una es madre, hay hijo y eso da la fortaleza necesaria para sobrellevar todo.



Gracias a todas las amigas que lograron esto.

sábado, 9 de agosto de 2008

Familias homoparentales




“Somos un grupo de Familias Homoparentales, algunas con hijos, otras en camino de tenerlos, que nos reunimos con el objetivo de aunar recursos, y fuerzas, para abogar a favor del reconocimiento de nuestros derechos y de los derechos de nuestros hijos.
Lamentablemente nos encontramos con la carencia de un marco legal que nos ampare y con un amplio desconocimiento sobre las Familias Homoparentales.
Pretendemos aportar un marco de referencia sobre los temas relacionados con las familias como las nuestras; sobre las problemáticas, inquietudes y necesidades a las que nos vemos enfrentadas cada día, para así poder allanar el camino de quienes nos sucedan”. Esta es la presentacion del sitio http://www.familiashomoparentales.es.tl espacio creado para poder informar, ayudar, trabajar y asi lograr nuestros objetivos.

Desde ya agradecemos vuestro apoyo y sus aportes. Esperamos poder contar con quienes deseen sumarse al proyecto, seran bienvenid@s a trabajar en equipo.

Un calido abrazo.






p.d: el dibujo fue realizado por Mónica Carretero.
MUY FELIZ DÍA DEL NIÑO A TODOS NUESTROS NIÑOS Y PRINCIPITOS!!!!

viernes, 25 de julio de 2008

Universo Tinchi


Triana, Tato y yo estamos embarcados en una nueva aventura: un universo atemporal plagado de momentos mágicos, principitos, sonrisas simples, baños multitudinarios, explosiones estomacales abruptas, trompitas con carita de monito curioso…
Tato: unos ojos verdes profundos llenos de incógnitas, que nos miran, que ve en su pequeño hermano la fiel copia de lo que él deseaba como compañero de toda una vida… y ahí están juntos, abrazados, tirados en la cama, esperando que hable, que juegue, que comparta, mientras paciente tira pañales sucios, alcanza toallitas, el jabón de glicerina… Sorprendentemente no duda de nuestro amor, no siente celos, tolera que el cansancio a veces nos juegue una mala pasada, diciéndonos: “¿Están malas porque están cansadas?”, perdonándonos siempre.
Tinchi: ojitos marrones pícaros, luminosos, boquita con formita de “o”, dando pequeños soniditos como de delfín. Pequeña bolita amorosa “hace pis y caca”, manos grandes, un Tato en miniatura. Actual despertador de nuestros días.
Triana: compañera de la vida, única persona en el universo con la que hubiese podido armar esta hermosa familia. Dadora de amor, de regalos, de caricias, madraza con capacidad amatoria máxima, superior a la mía. La amo y la admiro.
Yo: acá estoy, sin dormir, pura teta, demandante de amor, compartiendo mi felicidad con ella y los principitos, sorprendiéndome todavía de la capacidad que tenemos como madres de multiplicar nuestro amor en dos hijos.