sábado, 17 de noviembre de 2007

¡Estoy embarazada!


Fue todo muy extraño esta semana, cinco o seis test de embarazos pululaban por mi habitación (con diferentes gamas de rayitas), una ansiedad generalizada circulaba entre nosotras.
Sentía que estaba embarazada, por otro lado era raro ya que estadísticamente hablando, un primer intento y sin estimulación medicamentosa, se considera como una probabilidad casi imposible. Pero lo comprobamos con un estudio de sangre… ¡así era, estaba embarazada!
Sigue siendo todo raro… los médicos solicitan que hasta el tercer mes uno no lo diga porque hay riesgo en ese tiempo de abortos espontáneos. ¿Cómo poder cerrar la boca ante tan linda noticia? ¿Por qué uno no lo debe decir? ¿Por si algo sucede ahorrarle la angustia al que escucha? ¿Para ahorrarse la angustia una?
Elegimos no decirle por ahora a Tato: esencialmente por si algo sucede y además para que el embarazo de su hermanito no le resulte tan largo.
A las otras personas que nos rodean les dijimos: porque sentimos que Tinchi debe ser festejado desde el principio, esperado, acompañado en estos primeros tiempos tan difíciles, donde se le forma la columna vertebral, le empieza a latir el corazoncito, elige quedarse en mi panza o no…elige SER o NO SER…
Muchas personas cercanas continuaron actuando como si no les hubiésemos dicho nada cuando les dijimos, y Tato parece saberlo aunque no hubo palabras entre medio y besa la panza, nos dice que nos ama y que somos las mejores madres que le puede haber tocado.
La maternidad es algo maravilloso, que mueve y atraviesa a todos de algún modo, es un desafío constante donde cada palabra construye un camino que es la vida misma.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Tercer encuentro y esto va creciendo.

Fue lindo encontrar a las viejas caras conocidas, que lo primero que hicieron fue preguntar por Tato, que se había quedado en casa esta vez, descansando.
Fue lindo encontrar caras nuevas: a Marina, a Mariana y a su bella hija; a Sara y a la princesita de casi 5 añitos…
Fue lindo ver a 4 hijos de madres lesbianas disfrutar de sus mamis, reír, jugar, y tuve ganas de que Tato pudiera la próxima, compartir momentos con ellas.
Varios temas fueron surgiendo en un clima informal:

· Lugar físico para las próximas reuniones, ya que cada vez somos más.
· Posibilidad de visibilidad en la próxima marcha para orientar a otras lesbianas que puedan tener el deseo de ser madres.
· Necesidad o no de conservar “muestras” para que futuros hijos sean hermanos consanguíneos.
· Estimulación ovárica/ embarazos múltiples: consecuencias.
· Necesidad de realizar reuniones exclusivamente para los hijos/hijas nuestros, para que vean que hay otros niños con su misma realidad.
· Formarnos teóricamente para las que deseen puedan difundir o hacer visible nuestra realidad.

Seguramente me estoy olvidando de temas, pero descanso en saber que en los otros blogs de mis compañeras, lo que yo me olvide, aparecerá. Porque la sensación esencial que me queda, es que a partir de nuestras subjetividades, nos vamos ensamblando para un mismo fin: Marco legal, cotidianeidad de su realidad para nuestros hijos, conocimiento de diversas cuestiones vinculadas a nuestro tipo de concepción, compartir temores, alegrías, decepciones, todo eso en un lugar, que todas sabemos, que podemos ser escuchadas y comprendidas.
Gracias equipo!!! Hasta la próxima.
Muchas gracias una vez más a las cuatro cálidas anfitrionas, de todas nosotras.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

En la vorágine de los días, él es nuestra guía.


Cuando planeamos con Triana convertirnos en mamás por primera vez, creíamos que deberíamos ocuparnos de pensar en prever todas las adversidades, problemas o circunstancias de traer un niño al mundo: la familia y el qué dirán; los pañales; las pestes de verano, invierno, primavera y otoño; la vestimenta; las cuestiones económicas; los consejos para darle…

Pero los 5 años y pico de nuestro nene, nos confirma a diario, que tiene sus pies sobre la tierra, dispuesto a convertirse en nuestro guía si lo necesitamos, o en darnos calma si intentamos apuradas prestarle poca atención.

No pasa un día en el que no nos diga: Las quiero, las necesito, estoy feliz de tenerlas de mamá, son lo mejor que me pasó en la vida…

Esta mañana, mientras los dos esperábamos el micro, me dijo:


- Mami, yo estoy muy orgulloso de vos…
- ¿Por qué?
- Porque sos una muy buena mamá, sabés todo lo que me gusta y yo pienso, pienso, pero todavía no te encontré ninguna cosa mala o que te equivoques. Te amo mami y a Triana tambien. Ah! Y me hiciste tan lindo, con ojos que veo, con manos para jugar, con piernas para correr… me hiciste muy lindo mami.

Una bocina de micro me devolvió a la realidad, le di un beso enorme y nos despedimos hasta la vuelta.