sábado, 21 de enero de 2012

Gigante y chiquito... cuanto amor! cómo los quiero hijos mios!!


Tato ha crecido demasiado... en muchos lugares de turismo lo consideran ya un "junior" y no un niño.

Plantea cada vez más las cosas, cuestiona, discute conmigo y hasta tolera mantenerse largo rato enojado...
Ejercita la necedad, el no dar el brazo a torcer, la tozudez y hasta en última instancia el recurso de la mentira...
También es dulce, caballero, amable, servicial, considerado, inteligente... es el mejor hermano que a Tinchi le tocó tener: le enseña todo el tiempo, controla sus celos, tolera sus travesuras... si no se ven se extrañan de tal modo que ya sienten esa sensación tan extraña y maravillosa de que les falta otra parte de ellos mismos.
Triana y yo no nos cansamos de mirarlos... sentimos que no nos alcanza la vida para agradecer semejante premio, que nos hacen muy felices y que vamos haciendo bien las cosas... considerando los resultados.