sábado, 21 de julio de 2007

Mosquita muerta.


Llegó el día en el que Tatito iba que preguntarse por la muerte.

Tenía 4 años y 3 meses, estaba preparándose los juguetes para darse un baño y llenar la bañera de ellos: barcos, piratas, dinosaurios. Lo ayudé a meterse y me alejo un poco, (aprovechando a hacer cosas que no podía realizar con Tati dando vueltas), escucho un grito desgarrador que me hace volar al baño y me muestra una mosquita que se debatía en el agua: - Se está ahogando mamita!!- y con cuidado pudo sacarla.
No se qué sucedió después, la mosquita apareció entre sus manos muerta.
- Por qué se murió? Ella era mi amiga y se murió, se ahogó y fui yo!!
No le alcanzaban los mimitos y abrazos para calmarse, lo arropé y lo tuve a upa un rato largo, mientras trataba de sacarle de su mirada, la sombra que había adquirido al darse cuenta sobre la muerte.

2 comentarios:

Dani dijo...

que lindo niño tienes.
me gusta leerte!

Roma dijo...

madre absolutamente babosa soy!!!! Gracias por leerme, ojalá seamos muchas leyendonos.